viernes, 19 de diciembre de 2008

Sybilla Y Sebastián II

Simplemente cuando Sybilla veía ese rostro una sonrisa le brotaba de los labios, es que Sebastián era a su criterio idóneo para ella claro que tenía una buena cantidad de defectos pero las virtudes que este hombre poseía la volvían absolutamente LOCA! Ella no quería enamorarse después de las muchas malas experiencias que había pasado a lo largo de su vida pero es que él era tan dulce, y le hablaba de una forma tan especial que ella misma no sabía qué hacer si dejarse llevar y sentir libremente o reprimir los sentimientos que querían aflorar de su corazón que hasta cuando se acordaba de él cuando hablaba con Laura parecía que iba a salir disparado de su pecho. Sí, Sybilla buscó a Laura por un consejo ya que después de haber pasado más de una noche con Sebastián ella no pedía un titulo especifico simplemente quería aclarar ella misma que era lo que sentía hacia ese hombre que con una sonrisa la desarmaba por completo.


El la miraba fijamente y Sybilla no sabía qué hacer, no sabía si quedarse o irse ya que Sebas le había hecho una broma en lo absoluto graciosa y ella había dejado saber su molestia, "Porque haces eso si sabes que me molesta!", "Babe, it's just a joke i didn't know you were gonna get mad about it!" "Si pues me molesta! No es la primera vez que te lo digo Sebas y tu no entiendes", "Sorry babe, you know i love you, no matter what i always will" en vez de que estas dulces palabras apaciguaran el carácter explosivo de Sybilla lo enardecían aun mas ya que ella buscaba la pelea y el simplemente no la dejaba. Ella no se explicaba como después de lo que ella le decía tratando de ser lo más hiriente posible este le contestara así, sin querer seguirle la cuerda y seguía diciéndole incesantemente cuanto la quería y que así ella se molestara con él, en lo que a él respectaba no la iba a dejar de querer así ella le hiciera los mil berrinches y rato después ella simplemente cedía y le decía que lo quería y la pelea se acababa sin más y seguían hablando de tonterías que eran el común denominador de sus conversaciones, cosa bastante rara en Sybi ya que ella jamás abandonaba una pelea y seguía hasta que la otra persona estallara en cólera... Pero es que esas palabras y esa sonrisa, esa mirada de perdóname por favor simplemente le llegaban al alma.

Después de unas semanas en París Sebastián quería ir a Italia aprovechando la cercanía, Sybi se puso algo triste ya que había gozado de la presencia de Sebastián por varios meses ya para después de 1 año volverse a separar aunque fuera por dos semanas, el le pidió a Sybilla que lo acompañara en ese viajecillo de aventura pero ella algo reacia dijo que lo pensaría pues una decisión de este tipo no se toma a la ligera a parte ella pensó que era una broma, una cortesía o que eran simplemente palabras al viento y que no hablaba en serio. "Anda no seas monga!! Que pierdes con ir? Aburrirte? No te vas a aburrir en Italia a parte tú querías hacer el mismo viaje pero no querías ir sola AHÍ ESTA! Ahora te vas con Sebastián y encima te sale gratis el asunto!" Aunque no tenía argumentos con los cuales refutar lo dicho por Laura daba manotazos de ahogado tratando por ahí de encontrar una razón de peso para quedarse y decirle a Sebas que no iba a ir con él a ese viaje. Al no encontrar razón alguna para no ir decidió llamar a Sebastián y decirle que se unía a él en esta aventura y quedaron en que el la iba a recoger pasado mañana para irse a Italia y vivir más experiencias juntos, Sybilla esperaba en silencio que este viaje los acercara mas y que fuera uno de esos momentos en la vida que no se olvidan.




Llegaron y lo primero que hicieron fue tomar un taxi al hotel que había reservado Sebastián, cuando entraron al cuarto Sybilla se sorprendió de que hubiera solo una cama y después de ese pequeño momento de desconcierto se dio cuenta que no podía decir o reclamar nada ya que más de una vez había dormido en la misma cama que él y pensó que no había mejor forma de amanecer en Italia o en cualquier otra parte del mundo que en los brazos de Sebastián, el hombre del cual, ya no cabía duda alguna, amaba.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Sebastián y Sybilla

Esa noche Sybilla había ido al hotel donde estaba Sebas y estaban en su cuarto cenando con una botella de vino, cuando un estruendo los asusto y era que el invierno se hacía presente con un lluvia a raudales. Sybilla no pensó que iba a llover ese día y habia dejado su paraguas en casa a lo que Sebas le dijo que se quedara con el esa noche ya que si salia a buscar un taxi iba a llegar empapada. Sybilla acepto la invitación algo temerosa ya que la atraccion entre ambos era mucho mas que obvia pero penso que era momento de dejarse llevar y vivir la vida..



Despues de comer y conversar miraron el reloj y se dieron cuenta que ya era algo tarde y que era hora de dormir, Sebastian saco su pijama que no usaba pero dado que Sybilla iba a dormir con el decidio usar solo el pantalon y darle la camiseta del pijama a Sybilla para que durmiera con este. Despues de que ambos se cambiaron se echaron en la cama y antes de dormir Sebastian le dió un beso en los labios a Sybilla, beso que había anhelado desde que lo recogió del aeropuerto y aunque no fue como lo imagino le parecio perfecto.


Ella le beso de nuevo pero con una pasion incontrolable, el abrio los botones del pijama q Sybilla traia puestos y mirandola a los ojos y sin necesitar palabras busco su aprobacion, Sybilla lo miro y asintio Sebastian la volvio a besar, ella acaricio cada espacio de esa piel tersa y suave de aquel hombre al que se entregaba, el le susurro al oido que ella era su mujer soñada, y juntos sin dormir recibieron el amanecer. Se quedaron dormidos y exahustos y al despertar se vieron abrazados se miraron y sonrieron con una complicidad que solo gozan los amantes.
Aquella noche habia sido inolvidable para ambos, el de dijo: " How you spent the night my love?" y Sybilla le contestó: " It was the most wonderful night I ever had in my life", lo besó se paro dela cama y se fue a la ducha, el le pregunto si necesitaba compañia y le dijo " Claro necesito quien me enjabone la espalda"..


Despues de esa noche Sybilla y Sebastian pasaron muchas mas juntos y esa complicidad se hizo muchisimo mas grande, quien los veía le preguntaban cuantos años tenian juntos, ellos solo reían y es que esa confianza entre ambos que para el resto era tan alucinante e increible a Sybilla y Sebastian les parecia de lo mas natural.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Sybilla estaba en París paseando sola ya que Jacques había regresado a Lima después de una despedida algo abrupta, Jacques no era quien parecía y había resultado ser todo un patán, ella absolutamente decepcionada decidió no quedarse en Francia llorando penas y que en verdad ella había evitado involucrarse más con alguien que seguro no valía la pena. Así que decidió salir con Laura y Pierre a un bar bastante conocido donde para sorpresa conoció a alguien. Sybilla había aprendido su lección y no quería hacerse ningún tipo de expectativas pero este hombre llamado Sebastián era bastante ameno y le resultaba bastante amigable, se quedó sorprendida cuando descubrió que este era americano pero hablaba un perfecto español y claro tenía ascendencia peruana! Se sentaron a conversar y se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común. Intercambiaron correos electrónicos para seguir en contacto porque el regresaba dentro de poco a USA y Sybilla no le vio nada de malo chatear con él “un amigo mas” fue lo que ella pensó.



Al pasar las semanas ella se veía horas frente a la pantalla de la computadora chateando Sebastián cosa que ella encontraba entretenida y sentía que aun en la distancia él era un amigo mas con el que podía contar, así pasaron meses y Sybilla compartía con él las cosas que le pasaban le servía como escape de todo lo que le sucedía en París... a pesar de la diferencia de horas entre ambos ellos siempre se hacían un tiempo para charlar y entre bromas había un flirting cibernético innegable pero platónico que hacía que la conversación fluyera con mayor facilidad.

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Los meses pasaron sin que ambos se dieran cuenta y es que el tiempo tiene esta cualidad de pasar sin ser descubierto ya que es bastante silencioso, y es así como ya después de un año de estar frente a la computadora hablando y compartiendo sus vidas a la distancia Sebastián le dice a Sybilla que tenía deseos de regresar a Francia y que uno de los tantos motivos en su lista era ella, Sybilla no pudo camuflar la emoción que sentía ya que tenía muchísimas ganas de volver a ver a aquel hombre al que desnudaba su alma a través de las letras en la pantalla, aquel que añoraba volver a ver algún día, y ese día estaba por venir mucho antes de lo esperado. Ya habían quedado en que Sybilla lo iba a ir a recoger del aeropuerto y ella no sabía cómo iba a ser eso posible ya que hacía más de un año que no se veían y temía que se cruzaran y no se vieran a lo que Sebastián contestó: “ There’s no way i’m gonna forget that beautiful face of yours!” Sybilla se quedó anonadada con la respuesta. Ella había visto tantas fotos de él tratando de conservar en su memoria aquella imagen estática con la que soñaba en ver en persona y eso fue lo que hizo antes de dormir día previo a la llegada de Sebastián, vio la imagen y antes de apagar la computadora dijo mirando a la foto “See you tomorrow sweetie” y la apagó.

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Al día siguiente salió presta al aeropuerto de Gaulle esperando el vuelo donde venía Sebas, lo había visto solo una vez y ese cariño que le tenía le sorprendía a ella misma ya que le resultaba difícil explicarse como se le quería a alguien a quien solo había visto una vez y la mayor parte del tiempo hablaban por Messenger! La típica voz femenina de todos los aeropuertos anunciaba ya que el vuelo había aterrizado y a Sybilla el corazón se le salía del pecho, tenía tantas expectativas y no tenía una sola idea de que decir apenas viera a Sebas! Estaba nerviosísima, Sebas salió y fue el quien reconoció a Sybilla parada buscándolo entre el tumulto de gente. “Hey babe, I’m here now so let’s roll!” Fueron al hotel donde Sebastián había hecho la reservación y bajaron al restaurante a comer algo, Sybilla seguía sin poder ocultar su emoción, Sebastián por fin estaba aquí y se daba cuenta que ese cariño que le tenía no era en vano... Y pensó... “ creo honestamente que me puedo enamorar de el
"...