domingo, 16 de noviembre de 2008

Noche inolvidable...

Esa noche caminaba por las calles de lima, las lagrimas corrían por mis mejillas pero la lluvia o mejor dicho la garua intensa de esa noche de invierno disimulaban el llanto. Eran las 11 de la noche y mientras pensaba en todo lo que había salido mal sentía la rabia que parecía me iba a hacer explotar, estaba con un vestido negro y un saco y no recuerdo si era de la cólera o el frio pero temblaba como una hoja. El celular sonaba y yo veía tu numero en la pantalla y aunque sabía que llamabas para saber si es que estaba bien no tenía ganas de hablar contigo; en lo que a mi respectaba no quería volver a saber de ti y lo que más cólera me daba era que esa noche debía de haber sido LA NOCHE, nuestra noche, una noche que íbamos a recordar por siempre pero aunque estuvo llena de sorpresas jamás esperé que fuera esa la forma en que todo iba a terminar; pero ahora que lo pienso con detenimiento no puedo haber sido mejor... Fue TU culpa y agradezco haberme zafado de tus garras así, en una forma que yo quede libre de culpa para que no sea posible otra arremetida de furia y violencia contra mí.


Estábamos en el restaurant sentados con la carta en la mano viendo que íbamos a pedir, después de que el mesero vino como 4 veces a preguntarnos si es que ya habíamos decidido que comer finalmente ordenamos. Tu celular sonaba incesantemente y ya me estaba sacando de quicio, mi expresión te dejo saber la molestia que me estaba causando, me dijiste que era tu mamá que seguro quería que la vayas a recoger o le hagas algún favor cosa que me parecía rara pero como quería pasar un rato bonito y simpático contigo no dije nada y apagaste el celular para que nada nos interrumpiera. Después de comer sugeriste que yo pida el postre para ambos y me dijiste que ya venías que te ibas al baño que por favor te guardara el celular en mi cartera. La curiosidad por saber quien había llamado con tanta insistencia aun rondaba mi cabeza así que prendí tu celular y grande fue mi sorpresa cuando vi la palabra Keyla en la lista de llamadas perdidas, y el celular sonó de nuevo y era Keyla, contesté el teléfono y preguntó por ti le dije que no estabas disponible y si tenía algún encargo, me dijo que no y me preguntó quién era yo! Le dije mi nombre y me preguntó que era tuyo ¿WHAT? Le dije que era tu enamorada y ella estalló en una carcajada bastante sonora… sentí mi cara hervir de ira, cuando le dije que hablaba en serio hubo un silencio repentino. Sí, y si no me crees estamos es el restaurant X que queda en X lugar y si eres lo suficientemente rápida nos vas a ver, pero no te recomiendo que te acerques porque con la cólera que traigo encima no respondo por mis actos. Después de colgar borré el registro de la llamada, traté de calmarme y poner la mejor de mis caras para que no te dieras cuenta de lo sucedido y esperé a ver si Keyla se aparecía en el lugar.


Te comiste el postre con tal rapidez que pensé que estabas ansioso por irte o que tenías algo muy urgente que hacer, pero yo me comí el postre con tal lentitud y paciencia para ver si esa mujer con la que había hablado se aparecía. Después de unos largos minutos esbozaste una sonrisa porque solo me faltaba un bocado del dulce que pedí… cuando la cara te cambió y unas expresiones de entre miedo y sorpresa aparecieron en tu rostro y claro Keyla acababa de llegar y tú con la conciencia asquerosa no sabías que hacer ya que tus enamoradas se te habían juntado en un solo lugar y no había donde esconder tu nada pequeña humanidad. Yo obviamente me hice la desentendida, como si yo no tuviera nada que ver en lo absoluto en todo este lio… Y aunque imaginé que lo que iba a suceder no iba a ser nada agradable para mí nunca se me cruzó por la mente la magnitud del evento. Keyla se te acerco y te dijo muy suelta de huesos y sabiendo que la que estaba ahí sentada clamaba ser la enamorada, título que ella también exigía, tú la miraste con un odio en los ojos que en lo personal nunca vi que miraras a nadie con ese desdén y desprecio pero en ese momento pensé que la violencia que te caracterizaba iba a brotar de ti como normalmente lo hacía cuando era meritorio. Yo me paré con un miedo que logré disimular con éxito y pregunté bastante inocente que quien era esa chica que se te acercaba a saludarte con tantísimo cariño y hasta osó tratar de darte un beso en los labios; me contestaste que me sentara y que ibas a salir a conversar con ella... Exigí que me dijeras quien era y ella me respondió: Soy su enamorada, la pregunta acá es quien eres TU? Respondí que ese título lo ostentaba y te miré esperando que le dijeras a esa chica que estaba totalmente equivocada y aunque desde hace un tiempo atrás estaba esperando una forma de zafarme de ti y de tu violencia, un sentimiento de tristeza se asomó por mi corazón ya que después de todos los golpes aguantados no solo al cuerpo si no también al alma y a mi autoestima pensé que algo de cariño y consideración venían a la orden pero cuando recobré la cordura y la sensatez comprendí que jamás me quisiste ni un ápice.


Me paré, te miré y luego la mire a ella y les dije: Nada que hacer, it’s a match made in heaven, espero que sean felices... Me puse el saco y comencé a caminar por Miraflores y comencé a acordarme de que yo ya había visto a Keyla antes! Era la enamorada de Oscar el que decías era tu mejor amigo, como tu hermano menor, el dude, al único ser humano al que nunca le harías daño JAJAJA! Debí haber sabido que a ti no te interesa nadie más que tu, así que traté de acordarme de su número de celular hasta que por fin me acordé saqué mi teléfono y mientras caminaba bajo la garúa me contestó y le conté lo ocurrido. Sybilla donde estas ahora? Me preguntó Oscar, En la calle caminando pero esta es una fecha de celebración! Por fin me quité de encima a ese abusivo! No más golpes, no mas moretones! SOY LIBRE! Sí, me dijo Oscar, pero no crees que te vaya a buscar o llamar? Puede hacer lo que le dé la gana pero yo no pienso volverlo a ver ni contestarle el teléfono NUNCA. Ok Sybi, dime exactamente donde estas para darte el encuentro e irnos a tomar algo para celebrar tu tan ansiada libertad... Y juro que desde ese día no sé nada de Juan Manuel, llama a mi celular pero obviamente no le contesto, llamaba a mi casa y cambiamos el número; Si me lo he cruzado en la calle ni cuenta me he dado... pero desde ese día hasta hoy no he permitido ni lo haré nunca más que alguien me ponga un dedo encima, Sí había contado en un post anterior que había sido víctima de abuso físico pero me pareció importante contar como me zafé de esa situación. Sigo siendo libre hasta ahora pero tú sigues enredada en esa situación... Que tengo que hacer o decir para que te des cuenta que NO ES NORMAL? Te quiero, pero no te quiero ver así

3 comentarios:

Elmo Nofeo dijo...

Por lo menos la situación sirvió para dar por terminada dicha relación enojosa.

Pero otra vez no revises un celular ajeno.

Saludos.

¿Odio a las Gordas? dijo...

Esa es otra de las cosas de las chicas que nunca entenderé, cómo permiten tener enamorados o esposos "pegalones". ¡mándenlos a la mierda!
El golpeador y la golpeada son personas que tienen un bajo nivel de autoestima y que se manifiesta a través de una inseguridad enfermiza que canalizan con el maltrato. ¿creo?

saludos

Alberto F

Anónimo dijo...

Me di una vuelta por aquí, por medio de otro blog.

Espero no incomodar pero, ¿cómo es posible que hayas estado al lado de un taradúpido que te golpeó?

Felizmente ya saliste de eso.

Saludos!