lunes, 20 de octubre de 2008

Paris.. Je T'aime 1

Sybilla había llegado al aeropuerto y procedió a ir al stand de la línea aérea correspondiente para cambiar el ticket electrónico por el boarding pass de rigor. Después del trámite ya mencionado buscó a sus padres que la estaban esperando para despedirse, nunca se habían separado tanto tiempo y los tres sabían que si el destino de Sybi la deslumbraba más de lo esperado iba a decidir quedarse ahí para siempre.

Subió al avión con una sonrisa que no le cabía en el rostro, llamó a Laura para decirle que en pocos minutos partiría a darle el encuentro y que por fin después de 10 años se iban a volver a ver. Trató de conciliar el sueño pero la emoción que la embargaba era tal que tenía los ojos abiertos cual búho, procedió a sacar de su bolsa de mano una pastilla que salió en su auxilio para con sus componentes a su parecer mágicos podrían llevarla al reino de los sueños donde el buen Morfeo la recibiría encantado. Sybilla miró el cielo limeño por la ventana del avión y se preguntó con cierta tristeza cuando tiempo pasaría para que regrese y después con ayuda de la pastilla se quedó completamente dormida.Despertó una media hora antes que el piloto anunciara que ya estaban sobrevolando su destino. Minutos después aterrizaron y la cola para salir del avión era algo larga, Sybilla tenía ganas de empujarlos a todos pero se contuvo, ya que suponía que Paris valía la pena. Cuando bajó del avión una lágrima corrió por su mejilla... uno de sus más grandes sueños se había hecho realidad y ahora esperaba que el tiempo y el dinero invertidos en clases de francés valieran la pena y que cuando hablara ese idioma tan bello no quedara como una monga.
Entró al aeropuerto y recogió su maleta algo perdida preguntó “ Ou est la sortie s’il vous plaît?” (Donde está la salida por favor?) Y un francés bastante guapo me respondió “ Vous voyez l’affiche qui dit sortie? Ce Ça madeimoselle” ( Ve el cartel que dice salida? Esa es señorita). Recién acababa de llegar y ya había hecho un papelón! Pero no por el idioma si no por ciega! Cuando vio el cartel al que esta persona hacía referencia era bastante grande, ni como para echarle la culpa a la miopía. El celular de Sybilla comenzó a sonar cuando contestó escuchó a Laura preguntarle “ Ma chère ou est toi? Je te vois pas!” (Querida donde estas? No te veo!) Ahi voy, espérame Lau! –dijo Sybi- Je t’attends mais dépêche toi! (te espero pero apúrate!) fue la respuesta de Laura. Sybilla corrió a la salida y vio miles de caras pensando que era bastante probable que no reconociera a su amiga pero la vio y fue hacia ella procedieron a salir del estacionamiento y subir al carro de Pierre, el enamorado de Laura... mientras iban circulando por Paris Sybilla no podía ocultar su entusiasmo por ver la Torre Eiffel cuando de nuevo ese aparato celular sonó y era Jacques un amigo de Sybilla que casualidad de casualidades estaba en Paris de vacaciones. Bienvenida a Francia ma belle amie, si no tienes paseador oficial ofrezco mis servicios ad honorem... Claro! Dijo Sybilla con una sonrisa, te mando la dirección por mail y te veo mañana y colgaron.

Sybilla procedió a levantarse renovada y esperando ansiosa que Jacques viniera a pasearla y enseñarle esa cuidad mágica y al menos ella esperaba que cual película encontrara a ese francés que haría que le tiemblen las piernas. Sybi ya llegué baja... el primer destino fue el museo de Louvre y se deleitaron con los cuadros de aquellos famosísimos pintores de los cuales siempre habían oído, llegó la hora de almuerzo y a Sybilla el estomago le comenzó a sonar de forma embarazosa así que Jacques la invitó a almorzar a un bistrot pequeño pero acogedor, ellos 2 estaban en una conversación de lo mas entretenidos y después de comer el recorrido continuó esta vez al Arc du Triumph situado en una de las arterias principales de la cuidad. Ya comenzaba a oscurecer y Jacques procedió a dejar a su amiga en casa de Laura, Sybilla abrió la puerta y se despidió de Jacques pero por un impase se dieron un pequeño y tímido beso en los labios pero ninguno se disculpó... Secretamente ambos anhelaban que eso sucediera.

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